Pese a la batalla que ha abierto contra el diésel, el Gobierno se mantiene firme en su apuesta por este tipo de combustible para sus vehículos oficiales. De acuerdo con los datos del Parque Móvil del Estado, a los que ha tenido acceso elEconomista, la Administración suma un total de 10.421 coches oficiales. Y de esa cantidad, 7.337 siguen utilizando el diésel, lo que supone un 70% del total. Otros 2.473 vehículos son de gasolina, el 23,7%, y tan solo hay 499 híbridos y 112 eléctricos, es decir el 4,7% el 1%, respectivamente.

El porcentaje de los vehículos oficiales movidos por electricidad son así mínimos y la cuestión es que lejos de intentar dar un giro a esta tendencia, el Gobierno se reafirma en ella. Así, el Ministerio del Interior ha reservado una partida para la adquisición a Seat de 249 vehículos diésel que irán destinados a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez incluyó en los Presupuestos Generales del Estado para este año, que finalmente fueron rechazados, una subida fiscal al gasoil, además de poner también una Ley de Cambio Climático con la que, a la espera del resultado de las elecciones generales convocadas para el 28 de abril, pretendía prohibir la venta de los coches que usen carburantes fósiles a partir de 2040 y su circulación diez años después, algo que ha levantado una fuerte polémica.

Un parque antiguo

Desde el sector se ha insistido en los últimos meses que lo que realmente hay que atacar son los vehículos antiguos, «más allá de aprobar ayudas sesgadas a coches con escasa oferta y que no tienen una tecnología madura». El parque automovilístico español tiene 12 años de antigüedad y la industria defiende que la cuestión de fondo radica en que los coches diésel actuales son mucho más ecológicos en niveles de emisiones y partículas que los antiguos, por lo que es necesario afrontar una renovación.

Pese a que el Parque Móvil del Estado sigue utilizando mayoritariamente el diésel y el Gobierno sigue apostando por este combustible para las nuevas adquisiciones, el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes un Real Decreto por el que regula las bases del Programa de Incentivos a la Movilidad Eficiente y Sostenible (Moves) para impulsar el vehículo eléctrico.

El plan está dotado con 45 millones de euros y va dirigido a incentivar la compra de vehículos alternativos, instalar infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos, el desarrollo de incentivos para implantar sistemas de préstamos de bicicletas eléctricas y la implantación de medidas recogidas en planes de transporte a los centros de trabajo.

Adicionalmente, se habilita una línea de 15 millones de euros destinada a apoyar proyectos singulares de movilidad sostenible en ciudades Patrimonio de la Humanidad, municipios con alto índice de contaminación o ubicados en islas, o iniciativas de innovación en electromovilidad. Los importes de las ayudas para la adquisición de vehículos oscilan entre los 700 euros para motos eléctricas y los 15.000 euros para la compra de camiones y autobuses con propulsión alternativa. Las ayudas para la compra de vehículos ligeros eléctricos se sitúan en torno a los 5.000 euros.

En paralelo, se exigirá a los fabricantes, importadores de vehículos o puntos de venta un descuento mínimo de 1.000 euros en la factura, excepto para las compras de cuadriciclos y motos. Así, los potenciales beneficiarios de la ayuda estatal contarán con un incentivo adicional para apostar por la movilidad sostenible.

En cuanto a los puntos de recarga eléctrica de vehículos eléctricos (públicos y privados) y a los sistemas de préstamos de bicicletas eléctricas, las ayudas serán de un 30% o un 40% del coste subvencionable.

Por el momento, el plan Moves del Gobierno ya ha comenzado a levantar ampollas entre los promotores de los vehículos de gas natural y de gas natural licuado, ya que estas tecnologías no se han incluido para los vehículos ligeros en estas ayudas, como solicitaba el sector.

El Ministerio de Industria, dirigido por Reyes Maroto, por su parte, prepara otro plan dotado con 16 millones de euros en el que se espera que puedan incluirse sin limitaciones tecnológicas este tipo de vehículos.

FUENTE: EL ECONOMISTA.