El petróleo de tipo Brent, referencia en Europa y medio mundo, acumula una subida del 40% desde mínimos de junio. Durante la primera mitad de 2017, los productores de crudo y los analistas del mercado veían difícil que el Brent pudiese superar los 55 dólares, una cota que parecía el nuevo techo para el tipo de crudo más usado del mundo. Sin embargo, varios cambios han permitido que el petróleo roce los 65 dólares por barril hace escasos días.

Aunque algunos de estos cambios que han impulsado el precio del ‘oro negro’ han sido sólo temporales, parece que los precios podrían aguantar en estos niveles a corto y, quizá, medio plazo. Desde BBVA Research destacan que «las estrellas se han alineado para el mercado del petróleo tras una mala racha de tres años caracterizada por una caída abrupta de los precios, y su posterior estancamiento en niveles relativamente bajos».

Con todo, el rally del petróleo en los últimos meses ha llevado a los precios de esta materia prima a superar las previsiones de la propia Arabia Saudí, que hace no mucho decía conformarse con un crudo cerca de los 60 dólares por barril.

Cambios temporales

Los analistas de Commerzbank sostienen en un análisis sobre materias primas que «el corte el oleoducto más importante del Mar del Norte está apoyando los precios… no existe aún información creíble sobre el tiempo que llevará reparar esta tubería. Mientras tanto, se produce una carencia de 400.000 barriles de este tipo de Brent».

Según los analistas del banco alemán, esto debería evitar cualquier corrección importante en el precio del Brent a corto plazo. Además, una huelga en la industria petrolera de Nigeria parece reforzar esta hipótesis.

Los fundamentales son otros

Más allá de estos cambios temporales, desde la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) creen que «el dinamismo del crecimiento económico continúa expandiéndose y se encuentran en un momento relativamente fuerte. La continuidad de esta expansión podría suponer un giro al alza potencial sobre la demanda de crudo».

Los analistas consultados por Focus Economics creen que la prolongación del acuerdo entre la OPEP y Rusia mantendrá a raya la producción de crudo durante el próximo año. Diez de los panelistas que trabajan con esta firma han incrementado sus previsiones para el precio del crudo, mientras que un panelista las ha reducido y otros trece las han dejado sin cambios.

A pesar del aumento de la producción del shale oil o petróleo de esquisto, la demanda exterior de petróleo producido en la OPEP se incrementará en 360.000 barriles por día hasta los 33,42 millones diarios, según las previsiones del cártel. La demanda global será de 98,45 millones, 130.000 barriles más al día que los anteriores pronósticos del cártel.

El impulso de la demanda junto con los recortes acordados por la OPEP y Rusia de 1,8 millones de barriles al día hasta finales de 2018, sería suficiente para que los inventarios de crudo en los países desarrollados siguieran cayendo lentamente y que el precio del oro negro se mantuviese en los niveles actuales.

Inventarios que caen

Los inventarios en la OCDE ha caído por fin por debajo de los 3.000 millones de barriles. Según la Agencia de la Energía de EEUU, el nuevo nivel de reservas es suficiente para que estos países aguanten 62 días sin nuevo petróleo, frente a los 66 días que se alcanzaron en abril de 2016.

Algunos bancos de inversión dan por buenos estos pronósticos y ven el barril de crudo por encima de los 60 dólares en 2018. Este es el caso de Goldman Sachs, que ha elevado su pronóstico para 2018 para el Brent de entrega inmediata hasta los 62 dólares por barril, desde los 58 dólares. Un compromiso más fuerte de lo esperado de parte de Arabia Saudí y Rusia para ampliar los recortes de producción, en la reunión de la OPEP del 30 de noviembre en Viena, ha sido el principal argumento para su visión alcista.

Desde UBS han incrementado las proyecciones para el Brent para 2018 desde los 55 dólares hasta los 60 dólares por barril. Los analistas del banco suizo aseguran que las reservas o inventarios de los países desarrollados podrían caer hasta niveles que encajen con la media móvil de los últimos cinco años.

Credit Suisse también ha reformulado sus previsiones de una forma mucho más contundente. Si hace unos meses preveía que el crudo se movería en los 53 dólares durante 2018, ahora prevé un barril de Brent en los 60 dólares. JP Morgan también ve el crudo en ese nivel porque es lo que «reflejan los fundamentales del mercado y la estabilidad de los últimos meses».

FUENTE: EL ECONOMISTA.