La primavera está llegando en otoño para el precio del petróleo. Fue ayer cuando el barril Brent consiguió finalmente batir los máximos del año, que se habían establecido según arrancó 2017, el día 6 de enero, en los 57,1 dólares. El precio del crudo de referencia en Europa repuntó durante la pasada jornada hasta un 2,78%, y su cotización se estableció en el entorno de los 58,4 dólares, a media sesión de Wall Street. | La ‘SuperCuenca’ Pérmica podría albergar hasta 70.000 millones de barriles de petróleo

 

 

De esta forma, el barril ya consigue subir en el año, cerca del 2,8%, y avanza casi el 110% desde los mínimos del año 2016, en los 27,88 dólares -ver gráfico-. Sin embargo, el mercado no parece haberse desanimado con los últimos avances en los precios: según los datos de Intercontinental Exchange, durante la semana que finalizó el pasado 19 de septiembre las posiciones alcistas sobre futuros en el barril han repuntado hasta alcanzar 464.980 contratos alcistas, máximos desde marzo.

 

La recuperación de los precios se ha producido bajo el paraguas de una reestructuración entre la oferta y la demanda que, al menos por el momento, ya parece completa: desde Bloomberg destacan cómo el barril Brent ha entrado en una situación de backwardation -cuando el precio al contado del barril está por debajo de lo que se está pagando por los futuros-, algo que, según destaca la agencia, muestra que la demanda está por encima de la oferta. Javier López Bernardo, analista de BrightGate Capital, destaca sobre esto que «el mercado está ya considerando que a corto plazo se va a estrechar aún más la oferta con la demanda de petróleo».

La causa de las subidas

La Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP-, liderada por Arabia Saudí, ha contribuido en este nuevo equilibrio entre la oferta y la demanda, con el acuerdo de recorte de producción entre sus miembros y algunos países ajenos al cártel, como Rusia. Sin embargo, el origen de las subidas que se han visto en las últimas semanas -el barril avanza más del 30% desde los mínimos del año que se tocaron en junio-, según destacan desde ETF Securities, «han sido las revisiones alcistas en las previsiones de demanda, tanto por parte de la OPEP, como de la Agencia Internacional de la Energía». Y es que, la agencia destacó el pasado 13 de septiembre que la demanda de crudo crecería en 1,6 millones de barriles durante este año, frente al ejercicio pasado, 100.000 barriles más rápido de lo que preveía hasta ese momento.

El incremento, además, no es un caso aislado, ya que se trató en esta ocasión del tercer mes consecutivo en el que la agencia incrementaó su estimación de demanda global. Si a esto se le suma que desde el principio de 2017 los inventarios de petróleo de países desarrollados que contabilizala IEA se han reducido un 28%, el resultado es un cóctel alcista para los precios.

Ahora, desde ETF Securities destacan cómo han «aumentado recientemente el rango en el que estimamos se moverá el crudo, hasta situar la parte alta en los 60 dólares. La causa es que las perspectivas de demanda han mejorado».

Mientras todo esto ocurre, la producción estadounidense está mostrando signos de debilidad. López Bernardo destaca cómo «los datos de producción que estimaba la IEA para el verano en EEUU apuntaban a 9,4 millones de barriles. Esta cifra se actualiza posteriormente, con 2 ó 3 meses de retraso, y los últimos datos que se han actualizado han mostrado que finalmente ha sido de 9 millones de barriles, muy por debajo de lo previsto».

Tampoco hay que descartar el impacto que está teniendo en el mercado del crudo el referéndum por la independencia que tuvo lugar ayer en el Kurdistán iraquí, un evento que genera inestabilidad en una zona de importante producción y paso del recurso energético -700.000 barriles diarios viajan a Turquía a través de la zona y el presidente otomano ha amenazado con bloquear su paso-.

Repsol, entre las más alcistas

Si bien el petróleo parece estar sacando músculo, las empresas del sector no pueden decir lo mismo en 2017: entre las 44 firmas que cotizan en bolsa, con más de 10.000 millones de euros en capitalización actualmente y con un seguimiento de al menos 5 analistas, sólo 8, entre las que se encuentra Repsol, suben en el parqué en 2017 -ver gráfico-, según datos de ayer a media sesión estadounidense. Un mal año, incluso teniendo en cuenta que los últimos meses no están siendo demasiado negativos para estas compañías: desde que el crudo tocó mínimos del año el pasado 21 de junio, son 25 las compañías que suben, dentro de este grupo de las 44 más grandes. En este periodo, la firma española es la tercera empresa que más ha subido, con un avance de casi el 15 % desde el 21 de junio.

FUENTE: EL ECONOMISTA.