…casi un 50% para alcanzar sus metas verdes

La Comisión Europea presentó este miércoles uno de los paquetes legislativos más ambiciosos en décadas. Una auténtica revolución en el sector energético, del transporte o la construcción para facilitar que la UE consiga alcanzar la neutralidad climática (cero emisiones de CO2 netas) para 2050. La meta volante pasará por reducir las emisiones de CO2 al menos un 55% para 2030. Las 13 iniciativas aprobadas hoy por el Ejecutivo comunitario bajo el título «Fit for 55» representan el exigente camino para atar ese objetivo.

«Europa fue el primer continente que dijo querer ser climáticamente neutro en 2050», recordó este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. «Ahora somos el primer continente en presentar una arquitectura completa para conseguir nuestro objetivo climático», indicó a los periodistas tras la adopción de las iniciativas en el colegio de comisarios.

La drástica reducción de emisiones obligará a la UE a una transformación descomunal de sus sectores industriales y del transporte. Afectará a empresas y hogares. Y le colocará en la vanguardia de la revolución ‘verde’, aunque también corre el riesgo de pagar la factura de aquellos que innovan primero, justo cuando ya intenta recortar el terreno perdido frente a China y EEUU en la recuperación o en la transformación de sus economías.

Las principales herramientas para recortar los gases contaminantes, y alcanzar las metas del Acuerdo de París, serán la ampliación del mercado de emisiones europeo, para poner precio al CO2 también al transporte por carretera y la vivienda. También se incluirá el transporte marítimo.

Además se revisará la directiva de energía para penalizar los combustibles fósiles. La Comisión también quiere que no se vendan vehículos nuevos contaminantes a partir de 2035.

Igualmente, Europa propone crear un nuevo mecanismo para gravar las importaciones responsables de grandes emisiones (acero, aluminio, fertilizantes y cemento), para que los productores europeos no estén en desventaja con los nuevos requerimientos ‘verdes’. Por último, armará un nuevo fondo social de hasta 70.000 millones de euros para los próximos siete años, financiado con los recursos del nuevo mercado de emisiones, para facilitar esta exigente transición a los grupos con menos recursos.

Una de las iniciativas que tendrán más impacto será la revisión de la directiva de fiscalidad energética. Desde la Comisión Europea explican que es necesario alinear la norma de 2003 con los objetivos del Pacto Verde europeo para descarbonizar la actividad europea.

Fuente: El Economista – leer noticia completa