Los llamados combustibles sintéticos son sin duda una alternativa a tener en cuenta para mejorar la calidad del aire dada la influencia de los carburantes fósiles en la generación de los llamados gases de efecto invernadero (GEI).

Producción viable

Este tipo de combustibles no son lago nuevo pero dado que suponen un coste importante en investigación nunca han llegado a convertirse en una alternativa real, aunque desde un punto de vista técnico ya es posible fabricar combustibles sintéticos. Para ello se necesita obtener hidrógeno del agua, haciendo uso de la electricidad generada a partir de fuentes renovables, y luego añadir carbono, que se puede extraer de los entornos industriales. La mezcla de ambos produce gasolina, diésel y queroseno sintético.

Sin embargo, aunque el proceso de producción es viable, falta capacidad, que debería incrementarse para satisfacer la demanda futura y así poder conseguir un parque móvil más eficiente. Pero no podemos obviar que otro de los grandes problemas es el coste, lo que limita la implantación de esta tecnología. Algunos estudios apuntan que cuando se amplíen las capacidades de producción y se reduzca el costo de la electricidad, el precio por litro podría ser de un euro para 2050.

En este sentido Bosch ya trabaja en un combustible sintético y ahora es Repsol quien anuncia un proyecto muy ambicioso en este sentido, dado que construirá una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno verde, generado con energía renovable.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya anunció en una de sus comparecencias la apuesta por el llamado hidrógeno verde y parece que ese momento ha llegado. La característica principal de estos novedosos combustibles es que se producen con agua y CO2 como únicas materias primas y se pueden utilizar en los motores de combustión actuales.

Colaboración público-privada

Este proyecto supondrá una inversión de 60 millones de euros sufragados, además de por Repsol por Petronor, uno de los principales centros industriales de España, y el Ente Vasco de la Energía (EVE), referente público en transición energética. Se trata por tanto de una colaboración público-privada.

combustible sintetico repsol

REPSOL

La instalación estará en el puerto de Bilbao y totalmente operativa en un plazo de cuatro años y según sus creadores será una referencia en Europa por la tecnología puntera aplicada y por el uso del CO2 capturado en la cercana refinería de Petronor. Su desarrollo supone un reto tecnológico de primer orden que estará avalado por el centro de investigación Repsol Technology Lab de Móstoles, en la Comunidad de Madrid. Combinará el mencionado hidrógeno verde −energía 100% limpia al ser generada a partir de fuentes renovables− con el CO2 como materia prima en el proceso, y supondrá una referencia por tanto en el desarrollo de los combustibles de cero emisiones netas.

En una primera fase, que se podría incrementar en función de la demanda, se obtendrán 50 barriles al día de combustible sintético, con cero emisiones netas de CO2 en todo su ciclo productivo.

BIOCOMBUSTIBLES

Este plan se enmarca dentro de la estrategia de Repsol para ser una compañía con cero emisiones netas en el año 2050, algo que también supone la creación de otros proyectos como la creación de una planta de generación de gas a partir de residuos urbanos, con una inversión inversión inicial de 20 millones de euros. Este gas se empleará para sustituir parte del consumo de combustibles tradicionales que la refinería vasca, una de las de mayor capacidad de España, utiliza en su proceso productivo.

Asimismo, Repsol también ha confirmado que duplicará la producción de biocombustibles procedentes de aceites vegetales (HVO), hasta las 600.000 toneladas al año en 2030, de los que la mitad se producirán antes de 2025 a partir de residuos.

FUENTE: CARD AND DRIVER