Si bien durante la negociación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, ahora en la cuneta, se daba por hecho que esta iniciativa legislativa u otra incluirían la equiparación fiscal del diésel con la gasolina y, por tanto, la subida del gasóleo, Moncloa y el PSOE dudan sobre si está medida se incluirá entre sus apuestas de cara a las elecciones generales del próximo 28 de abril.

Así lo ha indicado José Luis Ábalos, secretario de Organización de los socialistas y ministro de Fomento, quien ha reconocido que todavía no está decidido si se abordará este alza tributaria en caso de ganar los comicios, defendida en infinidad de ocasiones por el Gobierno como parte de su estrategia para una fiscalidad más verde.

El Gobierno solo tiene un 1% de coches eléctricos, pese a su batalla contra el diésel

«En el programa electoral habrá bastantes medidas al respecto», ha apuntado Ábalos y ha afirmado que el español no ha sido el gobierno europeo con medidas más duras respecto al diésel, al tiempo que ha precisado que España se podría arriesgar a «perder el tren de la economía verde».

¿Adiós a más de 600 millones en ingresos?

La subida del diésel se paralizó por el rechazo parlamentario a los Presupuestos y el adelanto electoral… aunque también queda en el aire la intención de Moncloa de aplicarla en un futuro, si el PSOE repite en Moncloa. Según pudo saber elEconomista, si la medida no se recogía en el proyecto de Cuentas, iría en el anteproyecto de ley de cambio climático. Sin embargo, no se vislumbra su aplicación en ninguna parte del texto.

Y ello a pesar de que con la subida el Ejecutivo contaba con un incremento de la recaudación de más de 600 millones, al aumentar el precio del gasóleo en 3,8 céntimos por litro para los consumidores particulares. En su momento, el Ministerio de Hacienda indicó que el impacto sería de tres euros mensuales por consumidor medio, el que realiza unos 15.000 kilómetros anuales (unos 36 euros al año).

Se preveía que el gasóleo profesional estaría exento de la subida, pero no se aclaró cómo se evitaría que repercutiera en autónomos que dependieran del uso de este tipo de vehículos para su actividad.

Otro paso atrás

De quedar descartada la subida al diésel, sería el segundo paso atrás que da el Gobierno en este ámbito. Ya hace unas semanas, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, confirmó que no se prohibirá la venta de vehículos de combustión (ni diésel ni gasolina) a partir de 2040, como estaba previsto.

Este cambio estaría en la línea de lo que quiere hacer la Comisión Europea, que apuesta por incentivar el desarrollo de la movilidad eléctrica que por la prohibición. El propio Miguel Arias Cañete, comisario del ramo, recordó además que medidas de tal calado tendrían que ser autorizadas por la Unión Europea previamente.

FUENTE:  EL ECONOMISTA.