El PSOE, en su afan por conseguir el apoyo de Unidas Podemos, propuso dejar de comercializar coches diésel o gasolina para 2040. La UE advierte que la medida es incompatible con su legislación

Foto: Pedro Sánchez, junto a Pablo Iglesias en una imagen de archivo. (EFE)
Pedro Sánchez, junto a Pablo Iglesias en una imagen de archivo. (EFE)

El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez en realidad está más cerca del desgobierno, al menos en lo relacionado con el mundo de la automoción. El martes a las 13.00h, dentro de las propuestas para convencer a Unidas Podemos para que apoyen su investidura, incluía una prohibición de comercializar todo tipo de vehículos con motores diésel y de gasolina desde 2040. Y solo unas horas después el Ejecutivo se echaba atrás. Entonces ya no se planteaba dicha prohibición, sino solo trabajar para conseguir la descarbonizacion en 2050 siguiendo la normativa europea…

Toda esta historia de prohibir los coches diésel, dejar de prohibir, volver a prohibir… parece una broma de mal gusto si no fuera porque detrás de este anuncio está en juego el futuro de la primera industria del país, la de automoción. Hace unos meses el Gobierno balear aprobaba una polémica ley para prohibir la circulación de todos los vehículos que no sean eléctricos en su territorio en 2025. Algo que la Unión Europea cuestionó. Además, el problema de contaminación en las Islas Baleares viene de los cruceros y los miles de aviones que llenan el espacio aéreo balear o de quemar carbón para producir electricidad. Pedro Sánchez se mostró partidario entonces de negociar con los políticos baleares para cambiar dicha ley.

Pero no, el Gobierno de Sánchez ha vuelto a incluir en las propuestas al partido de Unidas Podemos nuevamente la prohibiciòn a los vehículos diésel y de gasolina en el año 2040. Parece no entender que lo que está en juego ahora es el futuro de España dentro de la Unión Europea y no un contrato de alquiler para La Moncloa.

Repetir el mismo error

Cuando el anterior Gobierno de Sánchez hizo público el primer borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima también recogía la prohibición de venta de todos los vehículos que no fueran cero emisiones desde 2040. Pero ante las numerosas críticas recibidas entonces por este estudio decidieron eliminar la palabra «prohibir» del borrador.

La pasada semana la Comisaria de Industria de la Unión Europea, Elzbieta Bienkowska, advertía que esa posible ley que prohíba la venta de coches diésel y de gasolina en España en 2040 está en contra de la legislación europea. Bienkowska explica su postura diciendo que «bajo la actual normativa de homologación de la Unión, una prohibición completa de la comercialización, importación y matriculación de coches nuevos de gasolina y diésel en un Estado miembro no es compatible con la ley de la Unión Europea».

Pero más allá de que sea legal o ilegal según la normativa europea, hay dos cosas que me sorprenden. Llevamos varios meses sin gobierno, porque uno en funciones no es lo mismo, pero este Presidente en funciones quiere hacer leyes para el año 2040, cuando supongo que ya no vivirá en La Moncloa. La otra es que los fabricantes están gastando miles de millones de euros en desarrollar nuevas tecnologías, híbridos, híbridos enchufables, Mild Hybrid, de Gas Natural o de GLP. Pero para los ministros españoles solo existen o diésel, que hay que prohibirlos, o eléctricos, supongo que por desconocimiento. Si todas esas tecnologías no sirven para nada que se lo digan a los fabricantes para que no tiren el dinero. Ninguna de los ministros/as, que le dicen a los ciudadanos que se compren un coche eléctrico bastante más caro y que requiere un punto de recarga, tiene un coche eléctrico.

Si quieren no seguir haciendo el agujero cada vez más grande, lo mejor que podrían hacer es, antes de tener una nueva idea genial sobre automoción, que hablen con un experto que de verdad conozca el tema. La industria de automoción, el 10% del PIB y 430.000 empleos, no puede aguantar más meteduras de pata como esta. Y tampoco los ciudadanos, que están hartos de no saber qué coche tienen que comprar. Muchos ciudadanos y muchos votantes socialistas y de Unidas Podemos tienen coches diésel con muchos años y tienen que seguir usándolos.

FUENTE: EL CONFIDENCIAL