La caída de los precios del petróleo, que se mantienen por debajo de los 50 dólares el barril desde hace tres meses, está provocando efectos tanto positivos como negativos. Entre los primeros se encuentran el menor coste de las importaciones para los países dependientes, como España, y un abaratamiento de los carburantes, lo que supone un alivio a los bolsillos de los consumidores y un empujón a la economía. Entre los segundos destacan las propias petroleras, que están sufriendo un drástico recorte de sus beneficios, lo que está ocasionando fuertes reducciones de plantillas, un frenazo a sus inversiones y la venta de activos.

Además, la siguiente pieza del dominó podría ser el tradicionalmente jugoso dividendo de estas empresas, según los analistas consultados. Las petroleras son compañías que históricamente han dedicado un porcentaje importante de sus beneficios a la remuneración en efectivo a sus accionistas y este ha sido un hecho clave para que muchos inversores se decidieran por este sector. El futuro de estos dividendos se ha convertido así en una pregunta recurrente en las presentaciones a analistas de estas compañías pues, precisamente en este ejercicio han sido varias las empresas que han recuperado en pago en efectivo tras años de pago en acciones, lo que aumenta el riesgo de «fuga» de los accionistas.

Este hecho explicaría en buena medida por qué muchas petroleras han puesto en marcha planes de recortes como una vía para compensar la caída de ingresos sin que ello afecte, al menos por el momento, a los intereses de sus accionistas. Repsol, por ejemplo, anunció recientemente que mantendrá su previsión de repartir un euro por título.

Precisamente, esta petrolera presentó ayer los resultados del tercer trimestre, que registran un beneficio neto de 832 millones de euros , lo que supone un descenso del 49,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Aunque esta caída es similar -incluso inferior- a la sufrida por el resto de las principales petroleras del mundo, fue castigada en la Bolsa con una fuerte bajada del 7,26%, hasta los 11,23 euros por título.

Fortaleza del «downstream»

La compañía que preside Antonio Brufau destacó que su beneficio neto ajustado en el citado periodo ascendió a 1.399 millones, un 5% superior al de hace un año. La fortaleza del negocio de «downstream» (refino y distribución) ha compensado el resultado del negocio de «upstream» (exploración y producción).

Esta compañía ya ha anunciado un recorte de su plantilla mundial de 1.500 personas y unas desinversiones por valor de 6.200 millones de euros.

Las petroleras afectadas

ExxonMobil -Ganó casi un 50% menos- La mayor petrolera privada del mundo ganó hasta septiembre 12.138 millones de euros, lo que supone una caída del 48,5% respecto al mismo periodo de 2014. La que es la tercera compañía con mayor capitalización bursátil en Estados Unidos, después de Apple y Microsoft, registró unasnidos ExxonMobil registró unas pérdidas en «upstream» (exploración y producción), de 506 millones de euros, frente a 3.694 millones de dólares de beneficio neto que tuvo en el mismo periodo de 2014. ExxonMobil ha podido equilibrar sus cuentas gracias al fuerte aumento del refino y de la producción de derivados químicos.

Conoco Philips -Recortará 1.800 empleos- La tercera petrolera estadounidense registró unas pérdidas de 886 millones de euros hasta septiembre, frente a unos beneficios de 6.260 millones en los mismos meses de 2014. Estos resultados han obligado a esta compañía con sede en Houston a recortar un 10% su plantilla, lo que afectará a unos 1.800 empleados. Un portavoz de la petrolera ha anunciado que debido a esta «crisis dramática» del sector, la compañía se ve obligada además a recortar sus gastos y reducir sus planes de exploración en aguas profundas.

Chevron -Despedirá a 7.000 trabajadores– Esta petrolera estadounidense está pasando por uno de sus peores momentos, ya que no solo ha visto mermados sus beneficios un 67% hasta septiembre, sino que también ha anunciado un recorte de su plantilla de entre 6.000 y 7.000 trabajadores en todo el mundo. Esta medida contribuirá a reducir sus gastos en unos 20.000 millones de euros hasta 2018. Su beneficio por acción hasta septiembre ha caído a 2,6 euros, frente a los 7,74 euros del mismo periodo de 2014.

Shell -Un 96% menos de beneficio- La petrolera angloholandesa tuvo un beneficio inferior a los 1.000 millones de euros en los primeros nueve meses del año (906 millones), es decir, un descenso del 96% respecto a los 12.949 millones que ganó en 2014. El fuerte recorte de sus resultados ha propiciado que la compañía haya desistido de explorar crudo y gas en las costas de Alaska tras alegar que había obtenido unos datos «decepcionantes» en un pozo del mar de Chukotka. En este caso ha sido decisivo el hecho de que las elevadas inversiones no podrían ser amortizadas con un crudo por debajo de 50 dólares.

BP -Pérdidas de 2.789 millones- British Petroleum ha pasado de ganar 7.594 millones de euros entre enero y septiembre de 2014 a perder 2.789 millones en el mismo periodo de este año. La compañía británica aún se ve afectada por los millonarios costes derivados del vertido en el golfo de México hace cinco años y ha elevado a 9.000 millones de euros las desinversiones previstas para 2015. Para el año próximo, ya tiene otro plan de venta de activos de hasta 4.500 millones. FUENTE: ABC